Debido a la expansión continua de energía fotovoltaica, eólica, nuclear y autos eléctricos, se evitó un mayor crecimiento de emisiones C02 a nivel global. Debido a la sequías excepcionales que afectó a la energía hidroeléctrica (en China, Estados Unidos y varias otras economías), se registró un aumento de más del 40% de las emisiones en 2023.
Así lo informó el nuevo análisis de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), donde se indicó que las emisiones aumentaron en 410 millones de toneladas, o un 1,1%, en 2023 –en comparación con un aumento de 490 millones de toneladas el año anterior–, llevándolas a un nivel récord de 37.400 millones de toneladas.
La evaluación muestra una mejora de la intensidad energética de alrededor del 1% en 2023, que es cuatro veces menor que el compromiso de la COP28 de duplicar la tasa de mejora de la intensidad energética a largo plazo para 2030.
De acuerdo con la IEA, si no hubiera sido por la producción hidroeléctrica inusualmente baja, las emisiones globales de CO2 provenientes de la generación de electricidad habrían disminuido el año pasado, haciendo que el aumento general de las emisiones relacionadas con la energía fuera significativamente menor.
Asimismo, en el informe se indica que el despliegue de tecnologías de energía limpia en los últimos cinco años ha limitado sustancialmente los aumentos en la demanda de combustibles fósiles, brindando la oportunidad de acelerar la transición hacia ellos en esta década.
«La transición a la energía limpia ha sido sometida a una serie de pruebas de resistencia en los últimos cinco años y ha demostrado su resiliencia«, afirmó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol. «La transición a la energía limpia continúa a buen ritmo y controla las emisiones, incluso cuando la demanda mundial de energía creció con más fuerza en 2023 que en 2022».
Aumento del consumo energético en China e India
El Clean Energy Market Monitor muestra que el despliegue de energía limpia sigue estando demasiado concentrado en las economías avanzadas, una de ellas China. Lo que destaca la necesidad de mayores esfuerzos internacionales para aumentar la inversión y el despliegue de energía limpia en las economías emergentes y en desarrollo.
China y las economías avanzadas representaron el 90% de las adiciones de capacidad para energía eólica y solar fotovoltaica, y más del 95% de las ventas mundiales de automóviles eléctricos.
Sin embargo, en el caso de China, debido a un año históricamente malo para la producción de energía hidroeléctrica y la continua reapertura de su economía después de la pandemia hizo crecer las emisiones alrededor de 565 millones de toneladas en 2023.